Algunos aromas y sabores son
aportados al vino como producto de la degradación o modificación de celulosa,
lignina y hemicelulosa de la madera de las barricas. No obstante que la celulosa, la ligninga y la
hemicelulosa no se disuelven en líquidos (i.e. vino) el calentamiento o tostado
que sufren estas moléculas durante la fabricación de las barricas hacen que se
modifique su estructura y que generen moléculas aromáticas. Tanto los compuestos aromáticos y los
polifenoles van a modificar la estructura final del vino desde el punto de
vista organoléptico.
Durante la fabricación de las
barricas, la madera de roble es acomodada para formar grandes pilas de
madera. Esta madera es expuesta a la
lluvia, sol y aire durante dos o tres años.
Durante este periodo de maduración, algunos compuestos de la madera
sufren cambios que general moléculas aromáticas que posteriormente después son aportadas al vino. Por otro lado,
durante la fabricación de las barricas, la madera de roble es mojada, calentada
y tostada. Este proceso de calentamiento
también modifica la estructura de diferentes moléculas que posteriormente
aportan aromas muy específicos al vino.
El aporte de estas moléculas se lleva a cabo por las duelas de la madera
procesada, pero también por viruta o pedazos (chips) de madera añadidos al
vino.
Compuestos aromáticos como las
lactonas, euglenol y vanillina, entre otros, van a contribuir en los aromas del
vino. Las lactonas y otros compuestos
son el resultado de la degradación (hidrólisis, esterización, etc.) de la
lignina. Chatonnet et al (1990) demostraron
que a bajas concentraciones, las lactonas del roble proven aromas de madera que
mejoran la calidad del vino. A altas concentraciones las lactonas van a ser
percibidas como aromas de resinas (madera recién cortada) y coco que en algunos
casos no son tan apreciados en el vino.
La concentración de lactonas generalmente aumenta a medida que la madera
de envejece en contacto al medio ambiente y durante el tostado de la
barrica. En general, las lactonas se
encuentran en toda la madera utilizada para fabricar barricas, sin embargo, las
cis-lactonas (en química orgánica cis- se refiere a la orientación de los
grupos funcionales de una molécula), son mucho más concentradas en el roble
americano. La forma cis-lactona es cuatro
a cindo veces más intensa en olor que la forma trans-lactona (la forma trans-
es la conformación inversa de la molécula cis-). Por lo anterior, los aromas de madera fresca
y coco en los vinos con crianza en barricas de roble americano tienden a ser
más intensos que los que se obtienen de una barrica de roble francés. Por otro lado, la concentración de las lactonas
aumentan a medida que la madera madura en la fábrica y durante el proceso de
tostado. La figura muestra que la concentración de cis-lactonas es mucho más alta que las trans-lactonas en la madera de roble. La figura muestra también que las barricas nuevas tienen un mayor aporte de lactonas que las barricas usadas.
La vanillina también es derivado
de la degradación de la lignina y obviamente juega un papel importante en el
aporte de aromas y sabores de vainilla en el vino. La concentración de vanillina aumenta
sustancialmente a media que aumenta el tostado de la barrica. Por otro lado, el euglenol aporta un aroma que
recuerda al clavo (especia) y a diferencia de otras lactonas, la concentración
de euglenol tiende a disminuir a medida que la madera es “curada”
(intemperizada) en la fabrica productora de barricas. Al igual que la vanillina, el euglenol
también es derivado de la degradación de la lignina. La figura muestra el efecto del grado de tostado sobre el aporte de vanillina sobre el vino. se puede ver claramente que las barricas con un tostado alto (HT, High toast) a lo 100 días tienen un aporte de vanillina mucho más alto que las barricas con un tostado más ligero.
Guaiacol y 4-metilguayacol son
otras moléculas derivadas de la lignina que aportan aromas de ahumado al
vino. Estas dos moléculas aumentan su
concentración a partir de la degradación de la lignina a medida que la madera
es tostada durante la fabricación de la barrica. Otras moléculas como etil-guayacol pueden también
ser generadas como descomposición de la barrica durante su tostado e imparte un
aroma ahumado o medicinal dependiendo de la concentración. Etil-guayacol también es producida a través
de procesos microbiológicos por la levadura Brattanomyces que en altas
concentraciones aporta aromas de sudor o caballo sudado.
Durante el proceso de curado y
tostado de las barricas, la hemicelulosa también es degradada y produce moléculas
como el furfural, hidroximetilfurfural, maltol y cicloten. Con excepción del furfural, los otros
compuestos tienen un aroma que se asocia al azúcar quemado o caramelizado. La etoxilactona es otra molécula que se deriva
de la degradación de la hemicelulosa que también aporta aromas que asociamos a
frutas dulces o mermeladas dulces de frutas (Sefton et al., 1990).