miércoles, 25 de abril de 2012

Métodos de Cierre del Vino: Corcho (Parte 1)




         He terminado de leer un libro muy interesante escrito por George Taber (autor de El Juicio de París) sobre los tapones utilizados para cerrar una botella de vino.  El uso del corcho como cierres de botellas parecería ser un tema muy trivial y sin complicaciones, pero la realidad es que a lo largo de la historia se han modificado técnicas, materiales y filosofías sobre el tapón de una botella de vino.  En los últimos años, la modificación de los tapones y el método de hacer y preparar un corcho ha cambiado por razones químicas y organolépticas. 

A lo largo de la historia, el corcho ha sido preferido para cerrar botellas, barricas y otros contenedores de vino y otros líquidos.  El corcho es un material fácil de limpiar o esterilizar, impermeable y fácil de trabajar.  Es un producto natural que es conocido y utilizado por el hombre desde hace miles de años.  La plasticidad de las células de la corteza con las que se hacen los corchos son los que proveen esas características a este material.  Un tapón de vino de corcho tiene aproximadamente 800 millones de células.  Estas células fueron inicialmente descritas por Robert Hooke (Inglés 1635-1702) cuando inició sus observaciones científicas utilizando los primeros microscopios desarrollados en Inglaterra en 1660. Hook en sus primeras observaciones describe que los tejidos de las plantas, incluyendo el corcho, estaban compuestos por pequeñas celdas similares a las utilizadas como dormitorios por los monjes en los monasterios (cells en ingles), por lo que les da el nombre de células (cells en inglés).    

El corcho proviene de la corteza de un árbol de roble con el nombre científico de Quercus suber.  La parte externa de la corteza de este roble está muerta y año con año acumula más tejido seco al que llamamos “corcho”.  Después de aproximadamente 10 años, este tejido se acumula en cantidades suficientes como para ser usado para hacer tapones para botellas de vino.  Las células del corcho están llenas de cantidades microscópicas de aire.  Casi el 90% del volumen del corcho está constituido de estas pequeñas cápsulas de aire.  Estas cavidades de aire es lo que provee al corcho su ligereza, su flotabilidad y su compresibilidad.  Estas características del corcho lo hacen uno de los materiales más ligeros en la naturaleza.  Por otro lado, si el corcho es presionado en un sentido NO se abulta en otro lado como sucede con el hule, el corcho simplemente se contrae.  Una vez que la presión sobre el corcho es retirada, el corcho regresa a su posición anterior.  A esta capacidad de los materiales a regresar a su estado natural después de una presión se llama “memoria del material”.  Después de que un corcho es comprimido, regresará a 85% de su estado natural casi inmediatamente y a un 98% de su estado natural después de un día. 

Además de sus características elásticas, el corcho puede resistir temperaturas extremas, pero no es conductor del frio o el calor.  Además, es un buen absorbente de la vibración y tiene una gran durabilidad.  Un ejemplo de estas características se evidenció hace unos años al encontrarse en unas cuevas de Francia unas botellas de vino de 1798 selladas con tapones de corcho.  El corcho de estas botellas se encontraba viejo pero en perfectas condiciones elásticas.  El vino de esas botellas se encontraba un tanto oxidado y con sobrecrianza (obvio después de 200 años) pero en buenas condiciones.    

            El árbol productor de corcho es conocido coloquialmente como alcornoque y crece con mayor densidad en países al oeste del Mediterráneo.  Los principales países productores de corcho son Portugal, España, Francia e Italia en Europa, y Tunes y Marruecos en África.  Sin embargo, Portugal y España producen el 80% del corcho del mundo. 

            Se cree que los egipcios fueron los primeros productores de vino en usar el corcho como cierres de sus ánforas, sin embargo, no existen evidencias físicas de este hecho.  Por otro lado, evidencias claras del uso del corcho como tapones de barricas y ánforas es descrita por el historiador romano Plinio el Viejo (Siglo I).  Además, se han encontrado naufragios romanos del Siglo V en donde existe clara evidencia del uso del corcho como método para cerrar ánforas.  Desde hace 2500 años se sabía que la entrada de aire (oxígeno) en el vino podía echarlo a perder mediante el avinagramiento.  Plinio el Viejo (Siglo I) documentó que si se notaba un cambio de color en una barra de plomo al introducirla al vino, esto indicaba que el vino estaba por echarse a perder, y que esto era debido a la introducción previa de oxígeno. 

          Dentro de la legislación portuguesa, el corcho de un alcornoque no puede ser cosechado hasta que el diámetro del árbol alcanza los 70 cm lo cual toma aproximadamente 25 años.  Después de esto, el corcho del árbol puede ser cosechado cada 9-10 años.  El corcho es cosechado en el verano de ciertas partes de los bosques de alcornoque y el resto de los alcornoques es dejado sin cosechar para ser aprovechado en años posteriores.  Los alcornoques llegan a vivir entre 150 y 200 años por lo que pueden ser cosechados aproximadamente 17 veces a lo largo de su vida.  El alcornoque más viejo que se conoce es el “Whistler tree” al cual se cosechó el corcho por primera vez en Portugal en 1820.  Despues de la cosecha, la corteza es secada durante meses al aire y luego es cortada en secciones, seleccionada y usada para cortar los tapones.  Después los corchos eran sumergidos en una solución con cloro para decolorarlos y que presenten un mejor aspecto visual.  Ahora se utilizan otros compuestos para blanquear los corchos. 


            Aunque los tapones de corcho han sido buenos instrumentos para cerrar botellas de vino, en ocasiones causan problemas.  Uno de los problemas principales del corcho es la presencia de una molécula que imparte un aroma a cartón, humedad, periódico mojado.  Este problema ha sido descrito desde finales de los 1600’s.  No fue sino hasta 1981 que la molécula del corcho responsable de impartir estos aromas al vino fue descrita por el científico Alemán Hans Taner.  La molécula fue nombrada Tricloroanisol (2, 4, 6-TCA) debido a que está compuesta de un anillo de benzeno con tres moléculas de cloro en las posiciones 2, 4 y 6 del anillo.  La molécula es perceptible por la nariz humana en muy bajas concentraciones.  Por ejemplo, a concentraciones de 10 ng/L el 50% de los degustadores pueden identificar la molécula, a 30 ng/L nueve de cada diez personas lo identificany en una concentración de 100 nanogramos (ng) por litro, todo mundo la puede detectar.  Concentraciones químicas con unidades de ng/L es igual a decir partes por trillón.  En otras palabras, en estos niveles, sería igual a poner UNA GOTA de miel en una alberca de 50 metros de ancho por 500 metros de longitud por 2 metros de profundidad, y poder aun distinguir el sabor de la gota de miel.  Posteriormente se identificó una segunda molécula responsable del defecto de acorchamiento, 2,3,4,6-tetracloroanisol (TeCA). 

            Después de haberse publicado los resultados de estos descubrimientos, la industria productora de corcho obviamente se mostró muy molesta.  Aunque sabían que el problema era el corcho, decidieron ignorarlo y supusieron que con el tiempo se olvidaría.  Se calcula que hace 20 años, aproximadamente 20% de las botellas podían presentar acorchamiento.  Aun hoy se presenta el problema del acorchamiento en botellas que utilizan el corcho como método de taponamiento.  Es difícil saber cuáles botellas estarán contaminadas y solo se pueden hacer pruebas en los lotes de corchos que ingresan a Estados Unidos y a algunos países que cuentan con métodos para evaluar la concentración de TCA y TeCA.  Las bodegas americanas constantemente rechazan lotes de corchos que no pasan las pruebas para detectar contaminación.  Estos lotes contaminados son revendidos en países que no cuentan con la tecnología para detectar esta molécula.  En México contamos con la tecnología (cromatografía de gases) para detectar estas moléculas pero no existe regulación ni bodegas interesadas en llevar a cabo dicha inspección de los corchos.  Me pregunto ¿Cuántos de los lotes de corchos rechazados por las bodegas americanas o australianas llegarán a México? No tengo idea, pero sospecho que algunas….…. por no decir muchas (opinión personal).

            Aunque no es claro el origen del TCA en el corcho, es probable que se deba a técnicas utilizadas en la elaboración del corcho.  Después de la cosecha y del secado, los corchos eran blanqueados hirviéndolos en una solución de cloro.  Esta técnica de blanqueamiento ha sido descontinuada y ahora se utiliza metabisulfito de sodio, agua oxigenada u ozono para blanquear los corchos.  Esto ha reducido significativamente la contaminación de TCA en los corchos, sin embargo, aun se presenta el problema del acorchamiento en el 1-5% de los tapones de corcho. 

            En la decada de los 1980’s los corchos eran blanqueados mediante una clorinación (sumergidos en una solución de hipoclorito de sodio).  Taner demostró que el cloro utilizado en el blanqueado del corcho era culpable del acorchamiento del vino, sin embargo, a la industria le tomó años en reaccionar y en modificar sus métodos de producción.  El problema se complicó cuando se demostró también que algunos hongos podían causar el acorchamiento al fijar el cloro atmosférico (pequeñas cantidades de cloro se encuentra en el aire).  Además, se demostró que cantidades insignificantes de cloro utilizado en las vinícolas para limpiar o para desinfectar eran suficientes para contaminar los corchos y producir acorchamiento.  Después de estos resultados, el uso de cloro en las vinícolas ha sido descontinuado. 

             Después de los problemas del acorchamiento, algunos vinicultores decidieron investigar sobre métodos alternativos de cierre para sus vinos.  Entre los métodos alternativos más utilizados para cerrar vinos se encuentran los “corchos” sintéticos y la taparosca.  Sin embargo, existen en el mercado otras alternativas de cierre como la corcholata, cierres de vidrio y tapones de hule de diferentes polímeros.  Estos cierres en un principio resultaron ser la respuesta ideal para evitar el problema del acorchamiento, sin embargo, muy pronto enfrentaron problema que aun no han sido superados.




            El problema principal de los cierres alternativos ha sido la aceptación por el consumidor.  Problemas como la dificultad de extracción de los cierres de hule, al igual que el problema de los sabores y aromas de hule, fueron rápidamente superados desde el punto de vista industrial utilizando polímeros adecuados.  Sin embargo, algunos productores se han quejado por la presencia de aromas de reducción (azufre o compuestos azufrados) y han culpado (no necesariamente correcto) a una baja permeabilidad de oxígeno a través de los cierres.  Sin embargo, el problema principal ha sido el concepto romántico que evoca el descorche de una botella utilizando un descorchador.

            No obstante que el corcho es un cierre natural, ecológico, barato y con una industria eficiente, ha sufrido reveces debido a problemas industriales y de manejo.  Lo anterior ha hecho que se inicie una industria alternativa de cierres sintéticos que poco a poco ha ganado aceptación en el mercado.  En países con poca historia de vinos como Nueva Zelanda o Australia los cierres alternativos han sido totalmente aceptados y han revolucionado su concepto de producción de vinos.  Lo anterior incluye vinos económicos y de consumo rápido, así como vinos de alta gama y de alto precio.  En México algunas casas vinícolas han empezado a incluir cierres sintéticos en sus productos, es necesario esperar unos años para evaluar la aceptación del consumidor mexicano.

Taber, GM. 2009. To Cork or not to Cork: Tradition, romance, science and the Battle for the Wine Bottle.  Scribner, New York.  284 pp.

viernes, 6 de abril de 2012

Origen de la Uva Misión



En América, la viticultura “MODERNA” se remonta a mediados de los 1500s.  Es difícil saber si antes de la llegada de los Europeos los nativos americanos utilizaban de una manera generalizada los frutos de las vides silvestres en México debido a que no existen documentos históricos que avalen este hecho.  Después de la conquista, Cortez ordenó la introducción y el cultivo de la vid y el olivo en todo México.  En muy pocos años el cultivo de la vid se extendió por todo el país.  Sin duda alguna que se trajeron distintos varietales, pero no ha quedado claro en muchos casos el origen de las vides y los olivos traídos de Europa hacia América.  En nuestro país, al igual que otros productos traídos de Europa, las uvas empezaron a adquirir nombres regionales.    Debido a la pérdida del origen de algunas uvas, en América han surgido hipótesis sobre el origen americano de algunas de estas.  La uva Zinfandel, por ejemplo, se hipotetizó tener origen Californiano (EEUUA) debido a su gran extensión de cultivos.  Sin embargo, se ha comprobado su origen inmediato Italiano (Primitivo) y su origen real en Croacia (Crljenak Kaštelanskinia).  Otro mito sobre una “vid americana” es la uva Misión, muy común en Baja California y California  (EEUUA) hace 50 años pero que hoy ha caído un tanto en el olvido. 

            Se ha demostrado en varios estudios que la uva Misión no es autóctona (originaria de) Baja California.  Esta uva fue introducida por los Europeos a México y a Baja California, en principio por los misioneros que utilizaban las uvas para producir vino utilizado en ritos litúrgicos.  Si no fueron los misioneros los que introdujeron la uva a México, estos jugaron un papel fundamental en la dispersión de esta uva en México, y a lo largo de Baja California y California.  No cabe duda alguna que la uva Misión es una variedad de la especie Vitis vinífera, es decir, una uva del viejo mundo.  La especie Vitis vinífera es una vid europea, y se ha comprobado que no había especímenes de Vitis vinífera en América hasta que fue introducida por los europeos.  Además de la uva misión, los europeos introdujeron otras variedades de uvas como Moscatel y Palomino que aun se pueden encontrar en las Misiones y en los Ranchos Misionales a lo largo de Baja California.  Lo anterior me tocó comprobarlo en un estudio (aun inconcluso) que inicié hace unos años sobre la variabilidad genética de las uvas misionales a lo largo de la península.

            Mientras que no se tiene una idea clara sobre el uso de las vides por los indígenas americanos, tampoco se tienen registros confiables sobre la procedencia de las vides introducidas por los españoles.  Se desconocen los varietales introducidos a México, se desconoce la procedencia de las vides originales, se desconoce también si fue exitosa la introducción de uno u otro varietal.  En el caso de Baja California, los recuentos escritos de los misioneros solo indican el cultivo de uvas blancas y tintas sin especificar su procedencia o el nombre de la uva.  Sin embargo, al igual que en Europa, el vino producido con esas uvas formó parte importante de la dieta (calorías) y de la vida religiosa de los misioneros que dispersaban las uvas por el territorio americano. 

            Las primeras vides fueron introducidas por misioneros entre 1521 (inmediatamente después de la conquista) y 1540.  Inicialmente las uvas fueron plantadas en los huertos misionales.  Recientemente, las uvas plantadas por los misioneros fueron llamadas uvas misioneras en México, sin embargo la misma uva en Perú, por ejemplo, fue llamada Negra Peruana o Negra Corriente (Truel 1985, del Pozo 1998). 

En las Islas Canarias, uno de los puntos de descanso de los viajes de Europa a América, se introdujeron una gran cantidad de varietales de uva.  Entre los varietales introducidos en estas islas se encuentran, Moscatel, Torrontés, Vijariego, Listán blanco (ahora Palomino) y Listán Negro.   Sin embargo, la relación entro los varietales españoles introducidos y los antiguos cultivares Europeos es prácticamente desconocido.  Esto se ha complicado aun más debido a que la diversidad de varietales en la península ibérica disminuyó drásticamente (la cantidad de varietales se redujo) después de que la filoxera acabara con una buena parte de los viñedos en el viejo mundo.  Por otro lado, muchos varietales de uva sobrevivieron en las Islas Canarias debido a que estos no fueron infectados por la filoxera. 

            En Baja California prosperó desde la época misional hasta finales de los 1900s una uva conocida como Misión.  Esta uva misión fue cultivada extensamente en todas las misiones de Baja California y formó parte crítica de los viñedos en San Vicente, Santo Tomás, Valle de Guadalupe y en general el norte de la Península.  El origen de esta uva con el tiempo se ha perdido y ha sido tema de conversación y de especulación entre todos los enófilos.  Por un lado, algunos aseguran que la uva Misión es una uva autóctona (originaria) de Baja California, otros aseguran que es de Extremadura (España) y otros que es una uva Italiana.  He oído opiniones indicando que la uva misión es un híbrido entre una uva española y una uva nativa (esto sucede, sin embargo no es el origen).  Muchas de estas opiniones se hacen al margen de los hechos, es decir, el origen de esta y otras uvas ya ha sido identificado y se encuentra en la literatura científica. 

            En el 2007, Milla-Tapia y colaboradores publicaron un artículo presentando los resultados de una investigación sobre el origen de varietales americanos antiguos.  En este mismo estudio se presentaron las sinonimias (un mismo varietal cultivado en diferentes regiones con nombres diferentes) de los varietales cultivados en diferentes países.  Un ejemplo de sinonimia es la uva tempranillo que es conocida como valdepeñas al sur de Madrid (en la región de Valdepeñas), Tinta del País y tinta de toro al Oeste de España, Tempranillo en el Norte, y Ojo de liebre o Cencibel al Este.  Todos estos nombres corresponden a la misma uva, Tempranillo. 


            Estos investigadores colectaron 79 muestras de viñedos antiguos provenientes de Chile, Francia, Bolivia, España y Estados Unidos.  Las muestras provenían de viñas muy antigua y con nombres muy regionales.  Estas muestras fueron analizadas utilizando métodos de biología molecular, específicamente nueve microsatélites y el Polimorfismo de Longitud de Fragmentos Amplificados (AFLP, por sus siglas en ingles).  Para mayor información sobre los microsatélites pueden ver la nota sobre el origen de la uva Syrah en el blog de Fratelli Pasini http://vinospasini.blogspot.mx/2010_11_01_archive.html. El AFLP utiliza unas enzimas (llamadas enzimas de restricción) para cortar el ADN en regiones específicas.  Posteriormente las regiones cortadas son amplificadas (multiplicadas) utilizando métodos bioquímicos y la presencia o ausencia de las regiones amplificadas es visualizada mediante una cromatografía de gel (una técnica para separar los fragmentos de ADN por tamaños). A fin de cuentas, la técnica de AFLP es una técnica que puede ser considerada como una huella-dactilar del ADN.  En el caso de los microsatélites, se utilizaron nueve microsatélites y se llevó a cabo una reacción de cadena de polimerasa (PCR, un método para multiplicar la cantidad de ADN) para amplificar secciones de ADN.  Con este método y con este número de microsatélites se está asegurando que los resultados de parentesco son 99.9999% confiables (por no decir 100%). 

           
      Después de genotipar (analizar genéticamente) las 79 muestras con los nueve microsatélites, las muestras fueron agrupadas en 19 genotipos (grupos genéticos).  Se observaron 39 allelos (posición de un gen en un cromosoma) con un promedio entre 132 y 258 pares de bases.  LOS VARIETALES PAÍS (CHILE), ROSA DEL PERÚ (PERÚ), NEGRA CORRIENTE (PERÚ) Y MISIÓN (EEUUA) RESULTARON SER IDÉNTICAS.  Esto indica que aunque tengan diferentes nombres en diferentes países, son la misma uva!

            En este estudio también se detectaron algunas sinonimias de la uva País (Misión), que en Argentina es conocida como Torrontés riojano. Cincuenta muestras de América mostraron ser idénticas a un varietal Español llamado Listán negro, el cual es conocido como Moscatel negro en las Islas Canarias (resultados similares a otro estudios científicos).  Dos muestras mostraron tener una relación Moscatél de Alexandría, mientras que las muestras de Bolivia conocidas como Mollar y Negra Criolla resultaron ser idénticas al varietal Mollar Cano de España. 

            Veintitrés de las muestras resultaron ser una cruza de una uva Listán negro y Moscatel de Alejandría.   Este análisis mostró también que la uva Torrontés riojano, uvas chilenas conocidas como País, son una cruza de de Listán prieto y moscatel de Alejandría. 

            La identidades y las relaciones de parentesco sugeridas por los análisis de de microsatélites fueron confirmados con los análisis de AFLP (en otras palabras, no hay duda).  Se generó un dendograma (árbol genealógico) con las muestras analizadas y se encontró que la gran mayoría de las uvas antiguas en las regiones muestreadas corresponden a la variedad PAIS.  La uva País tiene diferentes sinonimias (igual varietal con diferentes nombres) a lo largo de América por ejemplo Negra corriente (Perú), Criolla Chical (Argentina), Misión o Mission en México y EEUUA.  TODAS ESTAS UVAS TIENEN EL MISMO GENOTIPO (CARACTERÍSTICAS GENÉTICAS) QUE LA UVA ESPAÑOLA LISTÁN PRIETO.  La uvas conocidas en Sudamérica como Torrontés riojano, Torontel, Criolla San Juanina, Viña Antigua Negra, Criolla Mediana, Rosa del Perú y Cereza resultaron ser homónimas de País.  EN OTRAS PALABRAS, LA UVA MISIÓN ES LA UVA ESPAÑOLA CONOCIDA COMO LISTÁN PRIETO. 

            Once de las 79 muestras analizadas mostraron tener una relación muy cercana o ser una cruza entre Moscatel de Alejandría y País (Listán Negro o Misión).  Dos de las muestras mostraron tener una relación genética entre Moscatel de Alejandría, Italiona y País (misión). 

            En conclusión,en este estudio se demuestra la fundación y la base de la viticultura Americana.  De acuerdo con la estadística genética, el uso de 9 microsatélites es suficiente para generar un parentesco con una probabilidad mayor a 99.999%.  SIN DUDA ALGUNA, LAS VARIDADES MOSCATEL NEGRO, UVA NEGRO VINO, VIÑA BLANCA Y VIÑA NEGRA EN CHILE, CRIOLLA CHICA EN ARGENTINA; ROSA DEL PERÚ Y NEGRA CORRIENTE EN PERÚ, MISIÓN EN MÉXICO Y EEUUA; Y HARIRI EN MARRUECOS, son una sinonimia (son iguales a) de la uva LISTÁN PRIETO de España.     



            Listán prieto era también conocido como Palomina negra antiguamente en Castilla, España, en el siglo XVI.  Este varietal era un varietal ampliamente cultivado en Castilla y fue introducido en las Islas Canarias.  A la fecha, Listan negro (o Palomina negra o Misión en México) prácticamente ha desaparecido de la viticultura peninsular Española sin embargo se mantiene en Islas Canarias.  La desaparición de Listán prieto en España seguramente fue el resultado de la plaga de la filoxera que eliminó el 70% de las vides en Europa y extinguió innumerables varietales en este continente.  Es muy probable que la uva Listán prieto o Misión haya sido introducida a América directamente de las Islas Canarias ya que estas islas eran un punto de descanso de la gran mayoría de los barcos que realizaban la travesía entre Europa y América entre los siglos XVI y XIX.  

            La uva misión fue probablemente la primer o una de las primeras uvas cultivadas en América.  Más que un cultivo comercial, la uva misión tiene un lugar en la historia de la viticultura americana, especialmente en Baja California y California, EEUUA.  Actualmente, la uva misión ha caído en el desuso viticultural en Baja California y EEUUA debido a las prácticas “modernas” de producción de uva y se encuentra en un olvido.  Los antiguos cultivos de uva misión han sido sustituidos por varietales más rentables como Cabernet sauvignon, merlot, syrah, etc. con el fin de producir vinos con mayor aceptación comercial. 

            Los atributos dominantes de la uva Misión son su alto vigor (producen mucho follaje), resistencia a la desecación y su alta productividad (producen mucha fruta).  Las vides Misión generan troncos gruesos con sarmientos fuertes y largos.  Las hojas son verde oscuro y con una cutícula gruesa que les da un aspecto ceroso.   Los racimos son grandes y sueltos (las uvas no están muy apretadas en el racimo) lo que hace que el racimo pueda madurar por mucho tiempo y que sean muy resistentes a la pudrición por hongos.  Debido a este periodo largo de maduración, los racimos pueden concentrar altos niveles de azúcar.  En climas cálidos la uva misión puede alcanzar rendimiento de más de 20 toneladas por hectárea. 

            Aunque la uva Misión era utilizada para producir vino dulce y brandis hace años, ahora no es considerada como una uva de calidad debido a la falta de balance para producir los vinos actuales.  Este varietal produce uvas con poco color, con falta de acidez y con un sabor un tanto soso.  No obstante que la uva misión es una uva tinta, generalmente produce vinos tintos pálidos y vinos blancos con tono café.  Bajo una viticultura adecuada, es posible obtener uvas de mucho mejor calidad que generan excelentes vinos, sin embargo, el futuro de esta uva que ha resistido más de 300 años en Baja California no es bueno debido a su sustitución por otros varietales más “comerciales”. 



Alejandra Milla Tapia, José Antonio Cabezas, Felix Cabello, Thierry Lacombe, José Miguel Martínez-Zapater, Patricio Hinrichsen, and María Teresa Cervera.  2007.  Determining the Spanish Origin of Representative Ancient American Grapevine Varieties.  Am. J. Enol. Vitic. 58:242-251.