Este
virus mantiene una tasa de propagación relativamente rápida y se tiene evidencia
que el VEHV puede propagarse dentro y entre parcelas. Debido a que las vides
son plantas perenes, el mantener vides infectadas en un viñedo puede proveer
una fuente de infección para otras parras a través de subsecuentes cortes
vegetativos. Es decir, durante la poda, la tijera utilizada para podar se puede
contaminar del virus y al hacer subsecuentes cortes en la viña, el virus es
propagado. Por otro lado, existe la
posibilidad de que el virus pueda ser transmitido en el campo a través de
vectores artrópodos. El piojo harinoso—mealybugs (Pseudococcidae) y los
insectos escama (Coccidae), por ejemplo, han sido implicados en la propagación
de la enfermedad del VEHV. Por último, y
para complicar esto, también es posible que los virus se puedan transmitir a
través de las raíces de vides contiguas.
Se han
realizado estudios de la dispersión de la enfermedad del VEHV en viñedos de
California, EEUUA. Se ha demostrado que
si la enfermedad no es controlada, más de la mitad del viñedo se puede infectar
en 5 años. En esta figura se muestra el
avance de la enfermedad desde el 2002 al 2006 y se puede ver claramente una
dispersión unidireccional desde la zona de infección inicial hacia zonas sanas
del viñedo. Estudios posteriores
muestran la infección de todo el viñedo en 6-8 años. En estos casos, el viñedo completo tiene que
ser destruido y sustituido por uno nuevo.
La detección de la enfermedad del VEHV es muy compleja debido a que la expresión de los síntomas es sumamente variable entre cultivos. Por lo anterior, es muy difícil identificar la enfermedad basándose solamente en indicadores visuales. En general, los síntomas se muestran más dramáticamente en cultivos de uva tinta. Típicamente, las vides infectadas no presentan o exhiben ningún síntoma sino hasta el envero de la uva. Uno de los primeros síntomas visibles de la enfermedad es la aparición de tonalidades rojizas y moradas entre las nervaduras de las hojas maduras que están en la base de los sarmientos (hojas más antiguas). A medida que avanza el verano, los síntomas se mueven hacia hojas superiores del sarmiento. En este momento, la vid entera (y en ocasiones gran parte del viñedo) tiene una coloración rojo-morado que las resalta fácilmente del resto de las vides sanas. Además, el color morado-rojizo se expande en las hojas lo cual es una evidencia de una reducción en la concentración de clorofila en las hojas. Esta modificación de la concentración de clorofila reduce la capacidad de producción de azúcares por las hojas y finalmente la capacidad de maduración del racimo. Hacia el final de la temporada de producción (agosto-octubre), una infección típica será reconocible debido a que las hojas se encontrarán casi completamente rojas o moradas con nervaduras verdes. En las etapas avanzadas, las orillas de las hojas infectadas se enrollan mostrando el síntoma que le da su nombre común a esta enfermedad.
Los
síntomas de la enfermedad del VEHV varían dentro y entre viñedos debido a
varios factores como la variedad, la edad del viñedo, la etapa de infección, el
complejo viral presente, las prácticas viticulturales y las condiciones del
medio ambiente. Los síntomas también varían basados en el año y en la parte de
la planta. Los síntomas foliares tienden a ser más pronunciados durante
temporadas más frescas y en la parte más sombreada de la parra.
Es
interesante que a diferencia de las vides Viniferas (vid europea), las vides
americanas (V. riparia, V. labrusca,
etc.) pueden ser portadoras del VEHV y no mostrar los síntomas de la
enfermedad.
Velásquez-Valle,
R., M. D. Amador-Ramírez y M. Reveles-Hernández. 2009. Recomendaciones para el manejo
de AGALLA DE LA CORONA Y ENFERMEDADES VIRALES de la VID en Zacatecas. INSTITUTO
NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS, Folleto Técnico
#19.
como atacar la enfermedad de enrrojecimiento de la hoja de mi parra en maceta.
ResponderEliminarcomo atacar la enfermedad de enrrojecimiento de la hoja de mi parra en maceta.
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